EUROPA
PRESS
7 junio
2021
Consejos
para disfrutar del sol sin riesgos
El doctor Julio Maset,
médico de Cinfa, advierte de que la mascarilla no
protege de los efectos nocivos de las radiaciones solares, ya que los rayos
atraviesan la mascarilla y penetran en la piel, por lo que insiste en la
importancia de aplicar fotoprotector por toda la cara.
"No debemos olvidar que la función de la mascarilla es
protegernos de la infección por Covid-19, no del sol", reitera Maset. Tal y como recuerda, para asegurar una
fotoprotección eficaz, los tratamientos solares deben estar avalados
científicamente y proteger de los diferentes tipos de radiaciones solares, es
decir, ultravioleta (UVA y UVB), infrarrojos (IR-A) y visible. "En función
del tipo de piel, deberemos ajustar el factor de protección, pero, en todos los
casos, este deberá ser igual o superior a 30", asegura.
Como otra medida clave, desde Cinfa
recomiendan moderar el número de horas de exposición al sol y no hacerlo de
forma brusca, especialmente en la época estival, "un momento
en que la intensidad de las radiaciones es muy elevada", según explica el
doctor Maset. "Los primeros días es conveniente
no pasar más de una o, como mucho, dos horas bajo sus rayos y nunca hacerlo de
las 12 del mediodía a las 4 de la tarde". Igualmente, es una buena opción
recurrir a barreras físicas como gorras y gafas de sol, y resguardarse bajo la
sombra de árboles, toldos o sombrillas.
En relación a esto último, el doctor ha recordado que
también la altitud aumenta la peligrosidad del sol, así como algunos tipos de
nubosidad y el agua, la arena, la hierba o la nieve, que reflejan las
radiaciones. En este sentido, antes de la exposición al sol o una actividad al
aire libre, aconseja informarse sobre la intensidad de las radiaciones a través
de canales como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). "A partir de
un índice 6, el riesgo es alto y se deben extremar las medidas de
fotoprotección", comenta.
Otro factor a tener en cuenta es el uso de un fotoprotector
adecuado al fototipo de cada persona y a las circunstancias de la exposición.
"Hay que elegir productos cuyo envase especifique que protege de todos los
tipos de radiaciones solares: la ultravioleta, la infrarroja y la visible, y
hay que aplicarlo media hora antes de exponerse al sol y reaplicarlo cada dos
horas y tras el baño, acordándose de secar bien la piel antes; además, anima a
elegir bálsamos labiales con filtros solares", recomienda el doctor Maset.
Asimismo, para sobrellevar el calor e, incluso, proteger la
piel de lesiones por rozaduras, se aconseja optar por prendas holgadas y
ligeras, de tejidos frescos y naturales como el lino y el algodón, y colores
claros. "Respecto a la gorra o sombrero, uno de ala ancha proyectará
sombra a tu rostro y cuello, además de cubrir tu cabeza", afirma el
doctor.
Por otro lado, Maset ha resaltado
la importancia de usar gafas de sol para evitar los daños oculares. Es
necesario que las gafas tengan una protección del 100 por ciento frente a los
rayos UV y, solo si están homologadas por la Unión Europea, se puede garantizar
que así sea. Las que mejor protegen los ojos y la piel que los rodea son las
gafas de tipo envolvente, según este experto. Además, también aconseja
resguardarse de los rayos del sol bajo los árboles o una sombrilla, lo que no
quita que se deba usar fotoprotección igualmente.
Asimismo, el doctor insiste en la importancia de educar a
los hijos sobre la necesidad de protegerse del sol. "Los niños menores de
1 año nunca deben ser expuestos directamente al sol y, cuando tienen 2 o 3
años, sus padres deben extremar todas las medidas de fotoprotección (prendas de
vestir, gorros y gafas de sol), así como aplicarles fotoprotectores específicos
para niños con SPF 50+ y el símbolo".
Por último, Maset insta a tener
cuidado con las salas de bronceado. "El bronceado artificial no protege
frente al fotoenvejecimiento y conlleva un riesgo de cáncer de piel, según la
Organización Mundial de la Salud", concluye.